Las gallinas necesitan un gallinero cálido, seco y bien ventilado.
Este debe tener:
Una entrada lo suficientemente grande: esto permitirá que las gallinas pasen fácilmente sin tener que agacharse. Más de una entrada ayuda a evitar el acoso y las anima a utilizar el área al aire libre.
Espacio: debe haber suficiente espacio para que las gallinas puedan ejercitarse, estirar sus alas y llevar a cabo comportamientos normales de gallina. Aproximadamente 12 metros cuadrados deberían ser suficientes para 30 aves, aunque esto depende del tamaño y número de gallinas, así como del diseño del gallinero. Suelo cubierto: este debe estar cubierto con material seco como virutas de madera o paja para permitir la búsqueda de alimento y el baño de polvo (especialmente importante cuando está húmedo afuera). Debe reponerse o reemplazarse cuando sea necesario.
Perchas: estas deben tener alrededor de 3 a 5 cm de ancho con bordes redondeados, y la altura debe adaptarse al tamaño de las aves. Debe haber suficiente espacio para que todas las gallinas se posen cómodamente al mismo tiempo (alrededor de 15 cm por gallina), y suficiente espacio entre las perchas para permitirles subir y bajar sin lastimarse.
Nidos: las gallinas ponedoras necesitan nidos tranquilos y cerrados. Estos deben estar libres de corrientes de aire y revestidos con un material de nidificación limpio, seco y cómodo, como paja o virutas de madera.
También debes proporcionar alimentos y agua a tus gallinas en su gallinero. Limpia el gallinero y todo su interior regularmente, y desinféctalo para eliminar parásitos.
Área al aire libre Además de su gallinero, tus gallinas necesitarán un área al aire libre para deambular.
Esta debe tener:
Césped corto: mantén el césped corto, ya que los hilos largos pueden quedar atrapados en el sistema digestivo de las gallinas.
Espacio: el área debe ser lo suficientemente grande como para permitir que se aíslen las áreas húmedas, embarradas o baldías para recuperarse y minimizar el riesgo de enfermedades, al tiempo que permite suficiente espacio para que las gallinas deambulen por un buen pasto.
Refugio: proporciona cobertura superior, como árboles pequeños o refugios construidos específicamente, para protegerlas del sol, el mal tiempo y los animales salvajes, y para fomentar su exploración. Suelo seco: donde puedan bañarse en polvo y buscar alimento.
Alimentos y agua al aire libre: los alimentos y el agua al aire libre deben estar protegidos para mantenerlos limpios y secos, y evitar atraer roedores y aves silvestres.
Cercado: los cercados deben estar bien mantenidos y proporcionar protección contra animales salvajes. También deben garantizar que tus gallinas no puedan escapar ni quedar atrapadas o heridas.