Si la temperatura de la incubadora de huevos de gallina es demasiado alta durante varios días de incubación, puede tener varios efectos negativos en el desarrollo y la eclosión de los huevos. A continuación, se detallan algunos de los posibles efectos:
Muerte embrionaria: Si la temperatura es demasiado alta, los embriones pueden morir. La temperatura óptima para la incubación de huevos de gallina es de alrededor de 37.7 a 37.9 grados Celsius. Si la temperatura es significativamente más alta, puede matar a los embriones. Si los embriones mueren, no habrá eclosión y los huevos serán desperdiciados.
Eclosión prematura: Si la temperatura es demasiado alta durante la incubación, provocará una eclosión prematura. Esto significa que los pollitos nacerán antes de lo esperado, y tendrán problemas de salud y de desarrollo. Los pollitos pueden nacer débiles y enfermizos por lo que tendrán dificultades para sobrevivir.
Problemas de crecimiento: Si la temperatura es demasiado alta durante la incubación los pollitos que logren eclosionar también tendrán problemas de crecimiento y desarrollo. Las altas temperaturas afectarán su metabolismo y su capacidad para absorber nutrientes de la yema del huevo. Esto afectará su crecimiento y aumentará su riesgo de enfermedades y deformidades.
Problemas de calidad del huevo: Las altas temperaturas durante la incubación también pueden afectar la calidad del huevo. La cáscara del huevo se debilita, lo que aumenta el riesgo de roturas y contaminación bacteriana dentro de la incubadora.
Es importante mantener la temperatura adecuada para garantizar una incubación exitosa y la eclosión de pollitos sanos.